Google pierde las patentes que pensaba comprar a Nortel

[GutZ]

No todo lo que se propone Google termina consiguiéndolo, y aunque la mayoría de sus traspiés suelen terminar en la cancelación de proyectos casi desconocidos o al menos escasamente populares como Google Health, el revés que la compañía de Mountain View sufrió esta semana a manos de la competencia podría tener ramificaciones importantes.

 

 

Como te contamos hace tiempo, Google había ofrecido 900 millones de dólares para hacerse con las patentes de Nortel, la quebrada teleco canadiense por cuyo repertorio de tecnologías suspiraba media industria. En un principio, todo parecía ir sobre ruedas, pero en el último momento, un consorcio de compañías integrado por Apple, Ericsson, Microsoft, RIM y Sony (entre otras empresas) salió de la nada con una puja ganadora de 4.500 millones de dólares, arrebatando a Google de las manos un paquete de patentes que como ves, vale su peso en oro.

 

El motivo por el que Google y después toda la competencia se lanzaron con los ojos fuera de las órbitas sobre los restos de Nortel, es que sus numerosas patentes permitirán a su propietario (en este caso propietarios) defenderse de un gran número de demandas similares a las interpuestas por firmas como Lodsys, que usan patentes con descripciones extremadamente vagas para forzar multimillonarios acuerdos de licencia, o irse a casa calentitas con indemnizaciones de cientos de millones de dólares.

 

Las codiciadas patentes de Nortel cubrían de todo, desde semiconductores a tecnologías de fibra óptica y comunicaciones inalámbricas, que no sólo no podrán ser usadas por Google para defenderse de los trolls de las patentes, sino que ahora (casi) se encuentran en manos de algunos de sus más acérrimos enemigos.

 

Antes de que la venta se pueda considerar finalizada, las autoridades de EEUU y Canadá deberán dar su visto bueno a la operación. Si todo va bien, todo estará resuelto y atado para el tercer trimestre de este año.

 

 

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