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Oyarbide: Con dos nuevos detenidos se reactiva la causa Schoklender


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Por orden de Oyarbide, la Policía Federal detuvo a una contadora y un imprentero sospechados de falsificar facturas mediante las cuales se habría canalizado el supuesto desvío de fondos de la Misión Sueños Compartidos.

 

Fuentes judiciales revelaron que los detenidos son la contadora Alejandra Rosetti y el imprentero Claudio Garbett. Sus nombres habrían surgido de más de sesenta mails encontrados en una computadora del contador Alejandro Gotkin, que estuvo detenido más de 50 días junto a los hermanos Schoklender en el penal de Ezeiza. Los tres siguen imputados como miembros de una asociación ilícita.

 

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Pablo Schoklender, casualmente, estuvo ayer en el juzgado de Oyarbide. “Va todos los meses, del 1° al 5, a dar el presente , tal como le exige la Justicia”, explicó a Clarín su abogado Pablo Slonimsqui. También lo acompañó el ex comisario Roberto Buletti, condenado por varios secuestros extorsivos. No es la primera vez que se los ve juntos en los tribunales de Comodoro Py.

 

Aunque la causa ya lleva más de un año y medio y tiene casi un centenar de imputados, todos los abogados consultados por Clarín se sorprendieron al escuchar los nombres de los dos detenidos. “Nosotros aportamos varias veces facturas en blanco de supuestos proveedores, empresas y empresas que fuimos encontrando en distintas dependencias de la Fundación”, contó el abogado de Madres, Eduardo Fachal.

 

Además de las detenciones, el juez dispuso ayer 9 allanamientos, que se llevaron a cabo en distintos domicilios ubicados en las calles Oro, Gurruchaga, Niceto Vega, Leopoldo Marechal, Arévalo, Trejes, Joaquín V. González, y dos en el pasaje El Criollo.

 

Con los mails de la computadora de Gotkin se descubrió, según fuentes de la causa, que Garbett proveía facturas apócrifas a Meldorek, Antártida Argentina y otras empresas vinculadas al mayor de los hermanos Schoklender mediante las cuales se “dibujaban” gastos supuestamente inexistentes para simular el desvío del dinero.

 

La maniobra, con ese esquema, habría alcanzado a unos 28 millones de pesos .

 

La contadora Rosetti, en tanto, está imputada por la confección de declaraciones juradas de empresas vinculadas con la operatoria central.

 

Garbett fue indagado ayer por la tarde y confirmó su vínculo con Gotkin, mientras que la contadora Rosetti se negó a responder las preguntas.

 

Las detenciones ordenadas por Oyarbide se producen a un año y medio del comienzo del escándalo. Aún hoy se siguen tomando declaraciones indagatorias y hay pericias clave que están pendientes sobre las obras realizadas en todo el país.

 

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