AR-SAT y los negocios del gobierno Argentino con empresas amigas

[Nacho]

El modelo es siempre el mismo: cuando se trata de una obra cuyo presupuesto se mide de a cientos de millones de dólares, aparecen las “empresas amigas” . Generalmente no como contratista principal - donde en general está alguna compañía especializada-, sino como subcontratista o formando una UTE (Unión Transitoria de Empresas). Sea una represa hidroeléctrica o una central nuclear, un tendido de cables o un ramal ferroviario. En AR-SAT también se quedan con su parte: están Cristóbal López, ESUCO (del ex titular de la UIA, Héctor Méndez), Electroingeniería, Isolux. Y aplican un polémico sistema de ajuste de costos que hizo que en dos meses los contratos aumentaran 10%.

 

AR-SAT nació en 2006 como una empresa estatal para administrar la nacionalizada Nahuel-sat, que tenía a su cargo los satélites nacionales. Por su perfil de especializada en tecnología, el gobierno le fue cediendo nuevas áreas de negocio . Desde telefonía a TV Digital. Y también la construcción de una red nacional de fibra óptica, una trama que uniera todo el país. En una segunda etapa, cada provincia construiría su propia red local. El proyecto que lanzó AR-SAT es de 22.000 kilómetros de fibra, por más de US$ 500 millones.

 

En 2010 la Presidenta firmó el decreto 1552/2010, que crea el Plan Nacional de Telecomunicaciones “Argentina Conectada”. En su artículo 7, declara “de interés público” el desarrollo de la Red Federal de fibra óptica, a cargo de AR-SAT. La compañía, en 2011, comenzó a llamar a licitación para esa red. Hay 11 contratos firmados, y uno en discusión. La primera licitación, en febrero del año pasado, fue por la región NOA Sur. La ganó Datco, con Electromecánicas del Oeste y Retesar. La segunda, en marzo, NEA Norte, fue para Electroingeniería, Radiotrónica y QTY. La tercera, en abril, Patagonia Norte, fue para Convalsa, Esuco, Plantel y Tel3. La cuarta, Patagonia Sur, en junio, fue para el mismo grupo que la anterior. La quinta, en julio, NEA Sur, fue para Isolux, OIC, Acertis. La sexta, en setiembre, Misiones, para el mismo grupo de la segunda. La séptima, Centro Oeste, en noviembre, para CPC (Cristóbal López) y Tel3. Luego vinieron La Rioja (La Rioja telecomunicaciones), Chaco (Ecom Chaco y QTY) y Formosa (Refsa y QTY).

 

En total, se contrató la construcción de 21.922 kilómetros.

 

Según uno de los técnicos que participó del armado de las licitaciones, a último momento se incluyó una cláusula que estipulaba que para poder presentarse había que tener 2.000 kilómetros de fibra ya construida.

 

La cifra coincidiría con un contrato de una de las empresas en Ecuador . Pero más allá de ese “detalle”, esa cláusula dejó afuera a empresas chicas que cotizaban el trabajo a US$ 14 el metro. Aunque el dato es difícil de probar, las mismas empresas ahora estarían haciendo el trabajo para las contratistas ganadoras, cotizaron en torno a US$ 30 por metro.

 

Al margen de la participación de empresas “amigas” (Cristóbal López, ESUCO, Electroingeniería, Isolux, por caso), los contratos incluyeron un sistema de reajustes de precios singular.

 

Los pliegos especifican que “el sistema a emplear es el de Ajuste Alzado y bajo la modalidad llave en mano” . Definen “Ajuste Alzado” como “Sistema de contratación que tiene lugar cuando se conviene un precio global, total, previo e invariable para la realización total de la obra ”. Y luego se aclara que “los Proponentes deberán especificar que asumen el compromiso irrevocable de mantener la validez de su Propuesta por 90 días, computados a partir de la fecha de apertura. El plazo de mantenimiento de la oferta se renovará en forma automática cada 30 días hasta la firma del Contrato”. Pero tuvo un tránsito diferente. En la obra NOA Sur por $309.032.580, Datco, la concesionaria, reclamó un ajuste del 11,66% entre mayo de 2011 a marzo del 2012 y se incrementó $ 32,4 millones.

 

Lo mismo hicieron todas las contratistas adjudicatarias de la construcción de la obras de fibra óptica.

 

 

Clarin