Nacho Publicado 19 de Octubre del 2012 Reportar Share Publicado 19 de Octubre del 2012 Cualquiera que decida dar una vuelta por Google y realizar una búsqueda del valor de las acciones de AMD podrá entender de inmediato cuál es la situación. Desde el mes de abril, el valor del gigante de Sunnyvale ha ido en picada, y su capitalización de mercado actual no supera los dos mil millones de dólares, lo que hace un poco complicado seguir llamándolo gigante. Con esos valores se forma el caldo de cultivo ideal para rumores de compra, y sus recientes resultados financieros del tercer trimestre del año tampoco ayudan. Los ingresos estuvieron en el rango de los 1.250 millones de dólares, mientras que el rojo para el trimestre se estacionó en los 157 millones, una caída más que importante frente a los 37 millones positivos del trimestre anterior. Gran parte de la responsabilidad de este nuevo negativo está en los chips Llano, no porque hayan tenido un problema, sino por el llamado “efecto Osborne”: Apenas se conocieron detalles sobre los nuevos APU Trinity, Llano redujo sus ventas. Si notas que algunos chips FM1 adoptan un precio muy agresivo en los próximos meses, ya sabes la razón. Quien continúa haciendo buen pie a pesar del duro impacto en el mercado de ordenadores es la división gráfica, con ingresos por 342 millones de dólares y una ganancia neta de 18 millones. En general se puede decir que la pelea con Nvidia se ha mantenido equilibrada, y AMD logró ofrecer un muy interesante repertorio de productos, realizando los ajustes necesarios en sus precios con el paso del tiempo. Pero eso está lejos de ser una solución para AMD. El mismo pozo que afectará a Intel en el próximo trimestre también hará lo suyo con AMD, más allá de que Trinity generará algunos billetes. La palabra “reestructuración” adquiere el peso del plomo. En los últimos días se habló de una reducción de personal en el orden del 30 por ciento, pero el recorte efectivo será cercano al 15 por ciento. Más allá de los departamentos afectados, el proceso le costará a AMD cerca de 80 millones en indemnizaciones, pensando en un ahorro de 190 millones durante 2013. La solución de fondo es difícil de procesar, pero incuestionable al mismo tiempo: El mercado de ordenadores convencionales está dejando de ser un negocio para AMD, y debe redirigir sus esfuerzos hacia otros territorios: Hardware integrado, servidores, y por supuesto plataformas móviles. Dicho en otras palabras, AMD no sólo necesita de ganancias rápidas, sino que espera cubrir entre el 40 y 50 por ciento de sus ingresos sin depender del ordenador convencional como lo conocemos. Esto también puede traducirse en ajustes sobre sus líneas de procesadores superiores, incluyendo demoras y hasta cancelaciones. La transición ya tiene ejemplares en hardware preparados, Kabini (ultraportátiles) y Temash (tablets), ambos en 28 nanómetros, y que en esencia representan la evolución del APU en un SoC. 2013 será crítico para AMD. En lo personal, espero que lo logren. La idea de un monopolio en hardware es desalentadora como mínimo. Neoteo.com Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
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