NEO Publicado 11 de Julio del 2012 Reportar Share Publicado 11 de Julio del 2012 En mi experiencia clínica he observado que algunas mujeres -durante el proceso de separación o, incluso, estando la pareja ya distanciada- “abandonan” su método de anticoncepción. Especialmente, aquellas mujeres que utilizan pastillas anticonceptivas (que deben tomarse todos los días para cumplir su función correctamente) comienzan con olvidos y, en muchos casos, interrumpen por completo el uso del método. En plena crisis se producen encuentros en los cuales el método anticonceptivo está ausente. Han dejado de tomar las pastillas y tampoco utilizan el preservativo, ya sea porque no tienen la costumbre de hacerlo, porque el varón no quiere utilizarlo o porque la relación sexual surgió inesperadamente. El resultado de ese encuentro, muchas veces, es un embarazo que sorprende a la pareja en plena separación. No es poco frecuente que al conocer la novedad decidan volver a convivir sin haber resuelto los conflictos que produjeron el distanciamiento. En la fantasía de algunas mujeres existe la creencia que al dejar de cuidarse podrán no “sucumbir” al deseo de estar con sus parejas y ponen en la falta de cuidado anticonceptivo la excusa para decir que no. La realidad demuestra que a pesar de esto igualmente tienen relaciones sexuales y no utilizan un método para la ocasión. Las causas pueden ser inconscientes; no se trata en todos los casos de una decisión premeditada de quedar embarazados. Lo cierto es que existen tantos motivos para que esto ocurra como personas y subjetividades. Pero, ya sea por el dolor emocional y la dificultad para separarse (quedar “unidos” para siempre por la existencia de un hijo) o por el deseo de seguir juntos, el embarazo durante una separación y/o crisis de pareja ocurre con llamativa frecuencia. Como dice el saber popular, un hijo es para toda la vida. Un hijo necesita del amor y la contención emocional de sus padres. Este es un motivo más que suficiente para que la decisión de concebir surja de la pareja como un deseo consciente de tener un hijo y de ser padres. Es muy importante que las mujeres y los varones no olviden su cuidado anticonceptivo especialmente en los momentos en donde la relación está en crisis y aún no saben qué resultará de ello. Si la crisis sirvió para hacer cambios, reflexionar y mejorar el vínculo de pareja, entonces ese niño será bienvenido. Pero si esto no ocurre, los conflictos en la pareja pueden ser aún mayores y sus consecuencias ya no serán sólo para la pareja sino también para el hijo. Es aconsejable acompañar los períodos de conflicto y los reencuentros amorosos con un cuidado anticonceptivo seguro. De ese modo, si deciden volver a estar juntos, podrán seguir planificando desde el amor y no desde la desesperación, las presiones o la resignación. Entremujeres Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
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