El_Tano Publicado 23 de Septiembre del 2011 Reportar Share Publicado 23 de Septiembre del 2011 El mundo está expectante del lugar de impacto del satélite que se dirige hacia la Tierra sin control, y que de acuerdo a los informes de la NASA caerá hoy a la noche –o a la tarde– en algún lugar del planeta. El organismo carece de datos precisos sobre el área en que impactará el UARS, aunque expertos italianos aseguran que podría caer en el norte de su país. La zona de la caída sería un área de 200 kilómetros y los pedazos del satélite de la NASA podrían aterrizar entre las 19.15 de hoy y las 5 de mañana de Europa (14.15 y la medianoche de Argentina). Por ese motivo, la región de Liguria se movilizó: hoy a la mañana será establecida la sala operativa de Protección Civil, que permanecerá abierta hasta el cese de la alarma. ”Estamos en contacto con el departamento nacional de Protección Civil”, aseguró Renata Briano, asesora de Protección Civil de la Región Liguria. Por su parte, el astrofísico Gianluca Masi, del Planetario de Roma y responsable del proyecto Virtual Telescope, consideró que “es imposible prever la trayectoria” del viejo satélite de la NASA. “No se puede saber si caerá en Italia o sobre otros países”, dijo. “En este momento el satélite está cumpliendo una trayectoria muy compleja, en espiral en torno a la Tierra, pero es continuamente frenado por la atmósfera, que le hace cambiar la dirección”, explicó. El experto agregó que por ese motivo es imposible anticipar la trayectoria del satélite y calcular el punto donde se producirá el impacto. Según Masi, que estudia las trayectorias de los denominados “asteroides asesinos”, se podrá comprender mejor la trayectoria cuando se acerque el momento del impacto, previsto para hoy. “Se trata de un caso muy interesante, porque se está desarrollando en un arco temporal muy largo y podrá ayudar a comprender como estudiar las trayectorias de objetos en casos como éste”, explicó. El satélite fue puesto en órbita en 1991 por el transbordador Discovery para estudiar la alta atmósfera y realizar mediciones de la capa de ozono. El UARS terminó su misión en 2005 , por falta de combustible. “Si bien gran parte del satélite se destruirá en numerosos pedazos al entrar en la atmósfera, todos los restos no se quemarán”, explicaron expertos de la NASA al precisar que era imposible aún prever los lugares donde caerán esos restos. La agencia indicó que el satélite caería en alguna parte entre los 57 grados de latitud norte y los 57 grados de latitud sur, una superficie que cubre una gran parte de la Tierra. De acuerdo a un comunicado de la agencia, hasta ahora, “jamás hubo un accidente provocado por un artefacto espacial al reingresar a la atmósfera”. El artefacto pesa seis toneladas y se calcula que caerán 26 pedazos –que representan 544 kilogramos– que podrían sobrevivir al violento impacto. Al estar nuestro planeta integrado, en un 75 por ciento, por agua y tener, además, grandes regiones desérticas e inhabitadas, la NASA dijo que las posibilidades de que una persona resulte alcanzada por una pieza del satélite son de una entre 3.200. El director la Unidad de Ingeniería Espacial Miguel Ángel Molina dijo: “Hay más probabilidades de que a una persona le caiga un rayo, con toda la improbabilidad que esto supone, que una pieza del satélite”. Ayer su altitud era de 185 kilómetros. El satélite es mucho más pequeño que la estación espacial rusa Mir de 135 toneladas que cayó en la Tierra en el 2001, o que el Skylab de 100 toneladas que cayó en 1979. Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
Alejo Publicado 25 de Septiembre del 2011 Reportar Share Publicado 25 de Septiembre del 2011 odas las especulaciones cayeron en picada. El satélite de la NASA cayó ayer a la mañana en la Tierra sin que la autoridades espaciales estadounidenses sepan dónde fue el lugar del impacto. Se supo que el UARS se precipitó a alta velocidad sobre el océano Pacífico y los restos quizá no lastimaron a nadie. Una versión, recogida por la agencia France Press, indicaba que había sido en territorio canadiense. Esa información no fue confirmada por las autoridades espaciales. De todas formas, persiste la creencia de que la mayor parte del satélite se desintegró en llamas. El aparato, del tamaño de un colectivo, penetró la atmosfera terrestre en algún lugar sobre el Océano Pacífico, sin embargo, esto no significa necesariamente que haya caído en el mar. La NASA había calculado previamente que el satélite de investigación climática de 20 años de antigüedad caería en una franja de 800 kilómetros de largo que podría incluir tierra. El inicio de la precipitación del aparato sobre el océano y la ausencia de informes sobre personas alcanzadas por fragmentos, “nos da un buen presentimiento de que no hubo heridos”, aunque las autoridades no dan por seguro que así haya sido, dijo el portavoz de la NASA, Steve Cole, a la prensa internacional. Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
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