Tomas10 Publicado 8 de Septiembre del 2011 Reportar Share Publicado 8 de Septiembre del 2011 Cristina Kirchner anunció ayer el aumento de las asignaciones por hijo, un 22,7 por ciento Exultante, jocosa, como se muestra desde su victoria contundente en las primarias de agosto, la Presidenta reivindicó la llamada “asignación universal por hijo” (AUH) como una de las principales políticas del “modelo de inclusión social iniciado en 2003” y se animó a calificar a la Argentina como “uno de los países con mejor cobertura social para nuestros niños y creo que para toda nuestra población en general”. También anticipó un nuevo descenso de la pobreza al 8,3% y de la indigencia al 2,4%, según las cifras del INDEC. La AUH, un proyecto largamente reclamado por sectores de la oposición, fue creada por decreto en noviembre de 2009 y no es realmente “universal” porque la perciben los hijos de padres desempleados y trabajadores “en negro”. Aún así la cobran 3.536.822 niños, según los datos aportados ayer por la Presidenta, el 29% de los niños argentinos. Organismos nacionales e internacionales han reconocido la importancia de la AUH no sólo por el ingreso monetario sino porque logró la r eescolarización de miles de chicos que deben mantener la regularidad para cobrarla. Pero al mismo tiempo, todos los analistas advierten de la depreciación de su valor debido a la inflación . El aumento de ayer del 22,7 %, el primero en más de un año, ni siquiera compensa las subas de cerca del 30 por ciento en los alimentos en el mismo período que indican los institutos estadísticos provinciales. Algo similar ocurre con el incremento del techo salarial hasta el que perciben asignaciones familiares los trabajadores “en blanco”, que se mantenía en $ 4.800 desde hace tres años y se había convertido en un clásico de los reclamos gremiales. La Presidenta corrió ese techo apenas $ 400 pesos, lo que sonó casi a cargada en los oídos de algunos sindicalistas. En el centro de la primera fila del Salón de las Mujeres del Bicentenario aplaudieron codo a codo Juan Cabandié, Andrés Larroque y Mariano Recalde, intentando desmentir las disputas internas en La Cámpora. Un poco más allá, Hugo Moyano, Julio Piumato (Judiciales), Andrés Rodríguez (UPCN) y el titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, de renovado fervor kirchnerista. Un poco más atrás, los piqueteros Emilio Pérsico y Luis D’Elía Durante su discurso, la Presidenta bromeó con varios de los ministros y secretarios que la escoltaban. “Acá está mi apuntadora”, señaló a Alicia Kirchner cuando la ministra le recordó el número de pensiones que había en 2003. “Bien, Aníbal, que siempre recuerda los números”, alabó al jefe de Gabinete cuando le recordó otra cifra. “¿Dónde está Tomada?”, preguntó por el ministro de Trabajo cuando recordó que habían reconocido al gremio de los trabajadores del subte, antes de descerrajar sobre ellos una ácida crítica por el paro de las últimas horas. La peor parte se la llevó el secretario general de la Presidencia. Fue cuando la Presidenta detectó que le habían ocultado la maqueta del edificio de Obras Públicas con el mural de Evita que suele escoltar su atril. “Parrilli, ¿Dónde pusiste el edificio de la 9 de Julio?”, lo consultó en vivo, por cadena nacional. No le dio tiempo a explicar. “No te hagas el vivo, que de tonto estabas bien”, lo retó. La Presidenta dijo que no había anunciado los aumentos antes de las primarias para que no fuese tomado como un anuncio “electoral”. Para el 23 de octubre, faltan 45 días. Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
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