NEO Publicado 21 de Agosto del 2011 Reportar Share Publicado 21 de Agosto del 2011 La catarata de juicios contra la fundación que hacía viviendas con fondos de la Nación en diversos lugares del país comenzó en agosto, luego de infructuosas negociaciones para el cobro de los cheques. No todos los acreedores empezaron el juicio, con lo cual la cifra de demandas promete crecer en las próximas semanas. Fuentes ligadas a estos pleitos estimaron que la fundación presidida por Hebe de Bonafini tiene una deuda total con sus proveedores de unos 40 millones de pesos, aunque los juicios actualmente en curso serían por alrededor de 3 millones de pesos. Los juicios están dirigidos contra la fundación y no contra la persona de Bonafini o Schoklender, aunque la firma de éste era la que aparecía en la mayoría de los cheques impagos. No toda la deuda está en cheques sino que también hay facturas. En la fundación aseguraron a Clarín no estar notificados de las demandas y deslindaron responsabilidades en Schoklender y en lo que determine el juicio penal que se lleva adelante en los tribunales federales de Comodoro Py, aunque admitieron que la deuda podría trepar a la cifra mencionada por las fuentes consultadas por este diario. En general se trata de pequeñas y medianas empresas que dependían en buena medida de los trabajos que hacían para las Madres. Quienes ya iniciaron juicio, por ejemplo, son Barmetal (ventanas), M y C Los Primos SRL (corralón de materiales), Abrafer S.A. (ferretería), El Español (transporte de materiales) y Readymix Argentina S.A. (cementera), entre otras. Los Primos, por ejemplo, reclama el pago de una deuda de 1,2 millones; Abrafer, poco más de un millón; y El Español, unos 600 mil. La deuda con Barmetal sería por un monto inferior. Pero no sólo hay juicios ejecutivos sino directamente pedidos de quiebra de la fundación, a los que se sumaron las firmas Vadex S.A. y Pavisur. Si un juez llegara a decretar la quiebra de la fundación, la Justicia, a través de un síndico, pasaría a administrar sus bienes para ordenar el pago a los acreedores . Así podrían rematarse sus bienes, embargar sus cuentas bancarias y administrar sus créditos. Otra variante es que la fundación pida su concurso de acreedores. Por esto el Gobierno comenzó a transferir las obras de “Sueños Compartidos” a provincias y cooperativas, entre otras medidas de apoyo. Mientras, la UCR pidió que la Fundación sea intervenida. Hasta antes del escándalo, la fundación de las Madres sólo había tenido tres juicios por deudas impagas, ya saldadas, dos de ellos iniciados en 2008 y el tercero en 2006, según el registro de la Justicia Nacional en lo Comercial. Pero ahora, la cifra de demandas se disparó y podría incrementarse aún más. Los cheques comenzaron a ser rebotados en mayo, en coincidencia con el escándalo que derivó en la salida de Schoklender. Se trata del mismo registro que indica que a Schoklender ya se le había decretado la quiebra personal por una deuda que en realidad era de la fundación con la empresa Poligráfica del Plata, según dijeron fuentes judiciales a Clarín . Ello fue en agosto de 2003, cuando recién se iniciaba el vínculo de las Madres con el Gobierno. Entregan casas en Misiones En silencio y sin anuncios sobre la continuidad de las obras, el gobernador de Misiones Maurice Closs entregó 50 viviendas construidas a través del programa “Sueños Compartidos”. Hace un mes, los obreros de la empresa habían tomado el barrio debido a la falta de pago de haberes. Se hallan en ejecución otras 46 pero a través de una empresa contratada por el Estado misionero, que pasó a administrar los fondos. Los protagonistas de la crisis financiera de la Fundación 1. A fines de marzo, Clarín reveló que Hebe de Bonafini echó a Sergio Schoklender como apoderado de la Fundación luego de una pelea con su hermano Pablo. 2. Días más tarde, dos jueces federales empezaron a investigar las operaciones realizadas por Schoklender con los fondos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. 3. Oyarbide realizó varios allanamientos y levantó el secreto fiscal de varios de los investigados entre los que se encuentra Alejandra Bonafini, hija de Hebe de Bonafini presidenta de la Fundación. Las Madres a su vez denunciaron a Schoklender como jefe de “una banda” que las estafó usando la empresa Meldorek como medio para quedarse con dinero. Info: Clarin Enlace al comentario Compartir en otros sitios web More sharing options...
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